Los Dioses: La religión maya era politeísta y la mayoría de los dioses estaban asociados a los elementos naturales, en particular a aquellos relacionados con la agricultura como la tierra, el maíz, la lluvia, el sol y la luna. Había dioses buenos que propiciaban vida y bienestar, pero otros causaban muerte y destrucción entre los hombres. Algunos podrían ser benévolos en ciertas ocasiones y hostiles en otras. Los dioses se representaban con aspecto humano, pero muchos tenían también garras, trompas y otros rasgos animales. Los curanderos, los mercaderes, las tejedoras y otros especialistas tenían dioses protectores y había también patrones para cada día, mes y año. El jaguar, la serpiente, el murciélago, el quetzál y otros animales más fueron deificados, al igual que cierto astros como Venus o la estrella polar. |
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 Escultura maya |
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 Fragmento pintado con pigmentos mayas |
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El orden del universo: Los mayas creían que la tierra era una superficie plana y cuadrada, sostenida sobre el lomo de un gran lagarto que flotaba en una laguna. En las esquinas de la tierra se encontraban los bacab, cuatro dioses que sostenían el cielo, uno en cada punto cardinal. A cada una de estas direcciones del mundo correspondían un color: blanco, negro, rojo y amarillo. Había una quinta dirección vertical en el centro, en donde crecía una gran ceiba, árbol sagrado, símbolo de la abundancia y del origen de los alimentos. Los mundos anteriores, habitados por hombres de madera o de barro, habían sido destruídos por los dioses mediante grandes catástrofes. Finalmente, la humanidad hecha de masa de maíz fue merecedora del favor divino, que supo expresar su agradecimiento al venerar y alimentar a los dioses que la crearon. |
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 Pequeña estela |
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Los hijos del tiempo: Ningún otro pueblo americano registró con tal precisión y celo el paso del tiempo como el pueblo maya. De la misma forma en que se suceden los ciclos naturales y el movimiento de los astros, los mayas sostenían que los eventos naturales se repetían constantemente de manera inevitable: los antiguos libros compilan las profecías de guerras, enfermedades y catástrofes que acompañaban a cada uno de los ciclos temporales. Pero además de preveer el futuro, el paso del tiempo guiaba las vidas humanas, dictaba las fechas agrícolas y señalaba las fechas de ceremonias y rituales públicos y privados. Los mayas desarrollaron un calendario que permitía registrar fechas en un pasado o futuro muy distantes, lo que implicó la adopcción de un sistema matemático muy complejo. Al registrar una fecha, los mayas la referían no sólo a los grandes ciclos del tiempo, sino a las fases lunares, la duración del mes, las deidades rectoras y la posición de los planetas. |
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 Estela |
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La pirámide social: La estruactura social del pueblo maya ha sido comparada con sus grandes edificaciones piramidales, donde el poder y la autoridad de las autoridades máximas se fundamentaba en el trabajo y el esfuerzo de una amplia base social. La cima de la sociedad maya estaba ocupada por la clase noble, a la que pertenecían gobernantes y altos jefes militares encargados de las actividades administrativas, políticas, religiosas y judiciales, así como los sacerdotes, sabios en matemáticas, astronomía, medicina, calendario y escritura. Un sitio intermedio lo ocupaban los comerciantes y artesanos especializados, los servidores de palacio y los oficiales del ejército. El grueso de la población, los hombres y mujeres comunes, se ocupaban de las actividades de la producción agrícola y artesanal, la construcción y el mantenimiento de las ciudades. La jerarquía social más baja estaba formada por los esclavos, individuos carentes de libertad destinados al servicio y en ocasiones al sacrificio a los dioses. |
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 Escultura de guerrero maya |
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La guerra entre los mayas: Entre los pueblos mayas, la guerra cumplía funciones políticas, económicas y rituales: permitía afianzar el poder de los gobernantes, extender sus fronteras, ganar el control de rutas de comercio y de los recursos de otros territorios, y capturar víctimas para los sacrificios, colaborando así al orden y mantenimiento del universo. La guerra permitió el desarrollo de estrategias militares, el diseño de armamento defensivo y ofensivo, la confección de vestimenta especializada, además de la contrucción de fortificaciones y sistemas de defensa para protección de las ciudades. En la antigua sociedad maya, la figura del guerrero llegó a adquirir un prestigio comparable al de los dignatarios y los grandes sacerdotes, lo que se manifiesta en sus manifestaciones en pintura y escultura, plenas de vigor, nobleza y autoridad. |
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 Artefactos mayas |
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 Esculturas mayas pintadas con pigmentos |
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 Escultura maya |
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La diversidad cultural: Al igual que la naturaleza, la cultura maya también muestra diferencia regionales que se expresan en la forma y la decoración de las vasijas, la veneración a ciertas deidades sobre otras, y - más notable en el registro arqueológico - en el estilo y construcción de los edificios públicos, templos y palacios. En el estado de Campeche conviven estilos arquitectónicos que se desarrollaron a los largo del tiempo. Algunas maneras de contruir son comunes a otras regiones del mundo maya, y otras no parecen haberse difundido de igual forma. La arquitectura de estilo Petén, la más temprana de la civilización maya, está presente en Campeche tanto como en Chiapas, Guatemala y el resto de la Península, el estilo se caracteriza por elementos piramidales elevados, conjuntos contructivos denominados "acrópolis" y grandes plazas. De esta tradición derivaron los estilos Río Bec y Chenes, comunes al sur y al oriente de Campeche y también presentes al sur y al poniente de Quintana Roo. En la región occidental del estado, incluidos la costa y el norte, puede admirarse la arquitectura Puuc, de inmuebles recubiertos con sillares muy bien labrados, armónicos juegos de claroscuros y decoraciones de tamborcitos, mascarones y figuras geométricas. |
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 Estela |
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 Columnas mayas |
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 Piedra labrada |
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 Utencilios mayas |
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Trascender la muerte: En el antiguo pensamiento maya, como en muchos otros pueblos del mundo, el instante de la muerte señala el inicio del viaje del alma a una morada eterna. El deceso de los gobernantes no se entendía como el fin de su reinado terrenal, sino como la entrada de su espíritu a la compañía de los dioses. Los rituales públicos y privados que se desarrollaban a la muerte de un dirigente no sólo reverenciaban al difunto, sino que mostraban a quienes lo sobrevivían -familiares y súbditos- su dignidad, su generosidad y su poder. Las ceremonias fúnebres, que se extendían por semana o meses, concluían en la deposición de los restos en un sepulcro, donde era rodeado de alimentos para el cuerpo y el espíritu, objetos y atavíos que simbolizaban su investidura, inscripciones que eternizaban sus hazañas, e incluso acompañantes y sirvientes para su vida ultraterrena. |
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El divino señor Garra de Jaguar: Las inscripciones jeroglíficas encontradas en Calakmul y en ciudades vecinas hacen frecuente mención del nombre del rey Yichak Kak ("Garra de Jaguar"), del linaje Yukum, señor divino del reino de Cabeza de Serpiente, antiguo nombre de Calakmul. Yichak Kak vivió entre los años 643 y 702 de nuestra era, y su nombre se asocia a la feroz lucha que emprendieron Calakmul y su vecina Tikal por el control político del terreno de Petén. Aunque Garra de Jaguar fue finalmente derrotado en aquella guerra, su prestigio como gobernante se mantuvo hasta el fin de sus días. Su enterramiento, hallado en 1997 en uno de los edificios principales de Calakmul, muestra las prácticas de amortajamiento, ofrenda y sepultura reservadas a los miembros más altos de la antigua sociedad maya. |
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lunes, 20 de abril de 2015
La religión maya era politeísta y la mayoría de los dioses estaban asociados a los elementos naturales,
MAPA DE LA CIUDAD DE LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
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